Written by Michael Haffner
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Jodi Picoult escribió una vez: “El hogar no es un lugar, sino la gente que amas”.
Los St. Louligans tienen una larga historia echando porras en los diferentes niveles del fútbol en St. Louis. 13 años yendo de un estadio a otro para apoyar a los equipos e intimidar a sus oponentes los ha obligado a vivir más o menos una vida de vagabundos. Ha habido altos y bajos en su largo viaje, pero el grupo continúa perseverando y creciendo dondequiera que levanten sus banderas. Ahora, han encontrado un nuevo lugar para su casa de viaje y su nombre les sorprende a ellos más que a nadie: Calle Louligan.
“Todavía me sorprende que KMOV me haya entrevistado”, admite Mitch Morice con una sonrisa. Es fácil entender su sentido de incredulidad ya que hace un tiempo comenzaron con menos de 100 y luego crecieron a algo entre 50-800 Louligans en la esquina del Fenton Soccer Park. Ahora, en CITYPARK son más que lo que el grupo puede contar.
Es un tributo a la gente que componen el grupo y su historia organizando fiestas callejeras y en el estacionamiento antes del partido y eventos donde todos están invitados. No hay que ser un Louligan para ir a la calle Louligan antes de un partido de St. Louis CITY SC, pero es posible que termine siendo uno después de celebrar con este grupo, a quienes Mitch describe con cariño como un montón de "idiotas tontos".
Encontrando su voz
En 2010, el Athletic Club (AC) de St. Louis comenzó una campaña que duró poco, como el primer equipo de fútbol profesional en St. Louis desde que terminaron los St. Louis Stars en 1977. Mitch recuenta cómo había alrededor de siete grupos pequeños asistiendo a los partidos en Soccer Park. “No había organización y la gente cantaba unos contra otros. Era un caos. Y después de un partido feo, Brad [DeMunbrun] y yo estábamos en la cima de las gradas y nos miramos pensando: ¿cómo podemos arreglar esto?” Los dos se convirtieron en los hilos que conectaron y unieron a los grupos. “Ellos no se hablan entre sí, pero todos nos hablan a nosotros”.
Se levantó una nueva bandera. El logotipo de los Louligans es la calavera y los huesos cruzados y fue inspirado por los aficionados al club Bundesliga 2, St. Pauli FC. Como explica Mitch, “era una manera de decir que íbamos a hacer las cosas por nuestra cuenta”. AC St. Louis se retiró después de una sola temporada y pasaron a ser aficionados de los St. Louis Lions, bajo el liderazgo de la leyenda de los St. Louis Steamers, Tony Glavin. Poco después recibieron una llamada de otra leyenda del fútbol, Steve Pecher. St. Louis FC causó que el fútbol profesional y los Louligans regresaran a Soccer Park.
“Cuando pedimos que nos devolvieran nuestra vieja sección, el equipo dijo que de ninguna manera”. La decepción de Mitch no duro mucho y se convirtió en júbilo cuando escuchó el por qué. “Quiero ponerlos al lado del marcador, para que cuando la gente vea las repeticiones, los puedan ver a todos ustedes volviéndose locos”.
Ese fue el comienzo de lo que los aficionados verían años más tarde durante la exitosa temporada inaugural de CITY 2 en la MLS Next Pro y el año pasado en CITYPARK. Los tambores establecían el ritmo. Las banderas ondean por todas partes. El humo de colores les muestra el camino hacia el estadio. “Estábamos construyendo. La gente salía a vernos y aprendía más sobre nosotros por medio del podcast”. ¡Es ridículo! – un nombre, inspirado en una conversación acerca de no tomarse uno mismo o al deporte demasiado en serio – es uno de los podcasts del grupo que hoy en día sigue ahí. Continúa explicando: “Realmente, fue en esos días que el grupo encontró a sus seguidores”.
De una diversión tonta a la verdadera diversión
Muchas de las tradiciones y los cantos que el grupo construyó, evolucionaron para trabajar con los cantos de Fleur de Noise, hoy en día en St. Louis CITY SC. Viendo cómo otros grupos funcionaban en ciudades rivales a lo largo de los años, siempre se aseguraban de incluir elementos específicos que tuvieran sentido para St. Louis. “La autenticidad es una parte muy importante de la cultura de los aficionados”. Uno de los primeros cantos que desarrollaron hace años y que todavía se usa hoy en día es “Shoot it!” al son de “Tequila! “Los City Shoot Boys son un pequeño subgrupo nuestro que sólo hacían letreros ingeniosos y siempre medio en broma”, explica Mitch. “Cantar el ‘Shoot It!’ era solo como se divertían y se volvió popular”.
Otra larga tradición ha sido la de jugar un partido de fútbol el primer sábado del año en el frío como función de caridad para recaudar fondos para el Banco de Alimentos del área de St. Louis. El primer año que lo presentaron, había de tres a cinco pulgadas de nieve en el campo. “Fue horrible, pero la gente estaba jugando con una cerveza en la mano”, bromea Mitch. En enero de 2023, continuaron con la tradición, pero esta vez la trasladaron a Marquette Park donde St. Louis CITY SC instaló una cancha comunitaria de fútbol sala. El evento anual siempre está abierto a cualquiera que quiera jugar o simplemente ver a un grupo de aficionados mezclando tonterías con filantropía.
Su filantropía es evidente a lo largo de todo el año. Antes de los partidos de CITY, en sus fiestas callejeras, el grupo recauda dinero para las organizaciones benéficas locales en lo que llaman “Charity du Jour” (la caridad del día). Uno de los grupos a los que donan anualmente conmemora a uno de los fundadores originales, Casey Blick, quien murió de cáncer de colon. Al final de esta temporada, el programa Charity du Jour recaudó $60,249 para las organizaciones benéficas locales. Algunas de las muchas organizaciones a las que han ayudado este año incluyen al Trevor Project, Gateway to Hope, Metro Trans Umbrella Group, Women’s Safe House y SPENSA.
A medida que aumenta la exposición del grupo, también aumentan sus esfuerzos. En el primer partido local contra el Charlotte FC, los Louligans honraron la historia del fútbol en St. Louis encabezando la creación de un magnífico tifo. Una masiva pieza central que decía: “Meet Me in St. Louis” “Meet Me at the Park” (Encontrémonos en St. Louis. Encontrémonos en el Parque) adornado con los años 1764 y 2023. Con pancartas altas y delgadas a cada lado que decían “En nuestra historia” y “En nuestra sangre”. Esa no fue la única muestra masiva de apoyo ese día. En la celebración antes del partido, el grupo vendió 1,100 bufandas en cuestión de horas. “La ciudad de St. Louis dijo que más o menos estimaron que había entre 3 y 4 mil personas en nuestra fiesta callejera ese día y eso probablemente estaba por debajo de la verdad”.
“Algunos de nosotros llevamos ahí mucho tiempo y nada más estábamos allí parados, lado a lado en ese primer partido en el estadio, diciendo, esto es increíble”. Mitch recuerda nostálgicamente, “Hemos recorrido un largo camino desde que éramos los idiotas borrachos gritones en Soccer Park”.
Ahora, pueden añadir que tienen su nombre en un letrero en la calle a la lista de momentos que han sorprendido a los líderes del grupo: El letrero se estaba instalando a la vez que Mitch compartía historias del pasado y miraba hacia el futuro. Ahora pueden decir oficialmente que pueden encontrar el Tailgate Trailer de los Louligans estacionado en cada partido local en su propia calle y junto al Schlafly Tap Room.
Puede que sea un nuevo lugar, pero se siente como estar en casa debido a las caras familiares y las caras nuevas que han convertido esa calle en un lugar para que cualquiera llegue y actúe como tonto. Siempre encontrarán su casa en la calle Louligan.