Escrito por Hannah Boxerman
🇺🇸 To read in English, see here. | 🇧🇦 Za čitanje na bosanskom, pogledajte ovdje.
Para Megan McCormick, la belleza del fútbol radica en su imperfección.
“No tenemos tiempos, no tenemos medidas objetivas que podamos usar para ver si se está logrando algo o no”, dijo. “Yo pienso que una de las cosas más importantes que este deporte puede ofrecerles a los atletas jóvenes, es que se enamoren del proceso de desarrollo y que confien que los objetivos finales se logran solos”.
Cuando eso sucede, dice McCormick, los niños aprenden autonomía. Aprenden a tener control. Aprenden lo importante que es tener una red que te apoye.
Después de todo, eso es lo que el fútbol le dio a ella.
McCormick actualmente se desempeña como entrenadora principal del programa Pathway del St. Louis CITY SC Sub-14 y más recientemente, del Sub-16 de la academia. Proveniente de Indiana, tiene una larga historia como atleta y entrenadora, comenzando primero con el Indiana United en la Liga de Fútbol Profesional Femenino. También ha ocupado puestos de entrenamiento y desarrollo en el Programa de Desarrollo Olímpico USYS Soccer Region II, Marian University, DePauw University, la Federación de Fútbol de Estados Unidos, el Colorado Rush y el Scott Gallagher de Kansas City.
Pero a pesar de tener un currículo repleto de fútbol, McCormick nunca pensó que trabajaría en el deporte a tiempo completo.
“Mi trasfondo profesional original era en la educación”, dijo. “El fútbol era como un pasatiempo y me esforcé mucho para convertirlo en algo que fuera más que un pasatiempo. Lo que más me gusta de este trabajo, pienso yo, es que enseña. Ese fue siempre el enganche para mí, que cuando uno entrena uno siente que está enseñando”.
Luego de escoger una carrera académica, en lugar de jugar a nivel universitario, McCormick temió que su etapa de fútbol pudiera estar terminando. Pero no pudo mantenerse alejada del deporte y continuó buscando oportunidades para jugar en clubes y equipos semi-profesionales. El entrenamiento también le dio la oportunidad de pasar más tiempo en el campo y se enamoró del proceso de dirigir a los jóvenes en el deporte, una realización que, dice ella, le ocasionó una transformación.
“Desde que era muy joven, el deporte fue para mi una parte importante de mi educación y de quién soy como persona”, dijo ella. “Es una parte muy importante de mi identidad y me dio un sentido de cómo trabajar duro, con entrega y dedicación, vale la pena”.
Esa pasión es lo que impulsa a McCormick como entrenadora. El programa de la academia le da la oportunidad de fomentar a la próxima generación de talentos futbolísticos y prepararlos para el siguiente paso en su carrera atlética y ver cómo el deporte beneficia a los jóvenes en tiempo real.
Para McCormick, desarrollar el carácter y la habilidad de liderazgo en los deportistas, es tan importante como ayudarlos a crecer como atletas. También dice que es importante, llegar a verlos como personas primero, no como jugadores, y tener una fuerte relación con los demás líderes del fútbol que hay en su vida.
“Realmente pienso que una de las herramientas más importantes que nos esforzamos a desarrollar, son las relaciones”, dijo ella. “Desarrollar relaciones con los directores y entrenadores de los clubes locales, para asegurar que estemos obteniendo sus perspectivas. Esas relaciones no tienen precio para la organización, porque al trabajar con ellos todos los días, llegan a conocer a los atletas mejor que nadie”.
McCormick dice que la contratación de Caden Glover como el primer nativo del equipo fue un punto culminante para los atletas y para el personal de la academia.
“Por supuesto que es nuestro objetivo ver a esos jóvenes atletas alcanzar sus metas y quizás llegar más allá, que tengan éxito en las filas profesionales”, dijo ella. “Los que somos parte del programa de la academia, tenemos el objetivo de ver a CITYPARK repleto de talentos nativos y que en el futuro, los niños de St. Louis se pongan esas camisetas. Colocándonos en el mapa, al superar el desempeño de nuestra población y la densidad de jugadores y saber que se trata de calidad. En última instancia, no todos los jugadores de la academia tendrán una carrera profesional, pero podemos estar seguros de que les hemos inculcado la pasión por el deporte y de sentirse autónomos”.
Hasta pudieran llegar a ser entrenadores o propietarios, o desempeñarse del lado de los negocios y el análisis del fútbol. Después de todo, dirigir una organización como CITY es algo que requiere a un equipo de individuos con talento.
Oriunda del medio oeste, aunque trasplantada a St. Louis, McCormick tiene una perspectiva interesante de lo que hace que CITY sea tan único.
“Aquí hay tanta riqueza histórica, en términos de la cultura e influencia internacional sobre esta ciudad, y el fútbol es un deporte global”, dijo ella. “También, apoyar a la gente que te rodea es un sentimiento del medio oeste. Habiéndome criado en el medio oeste, esto siempre fue cierto: apoyamos a los nuestros y queremos ver que la gente del medio oeste, o de St. Louis específicamente, tenga éxito en el escenario más alto y que representen nuestros valores de trabajar mucho, ser dedicados y tener pasión”.
En CITY, dice McCormick, ese sentimiento acogedor viene de arriba para abajo.
“La cultura permite que la gente brille y hace que todas las tremendas personas de la organización se sientan accesibles”, dijo ella. “La cultura se ha desarrollado desde arriba; es una política de puertas abiertas. Eso es probablemente lo que más me gusta de STL CITY SC”.
¿Y vivir en St. Louis? Ha sido increíble, dice McCormick.
“Estoy muy agradecida por cómo la comunidad me dio la bienvenida”, dijo ella. “Es fácil que un lugar donde hay tanta historia y tradición de fútbol sea cauteloso con los forasteros y yo no me he encontrado con nada de eso. La apertura que he recibido tanto como persona en la ciudad de St. Louis y específicamente en la comunidad futbolística, ha sido tremenda. Solo tengo un mensaje de agradecimiento — y de que voy con todo”.
